2015/09/29

Un día más

A su vuelta al trabajo, Juan Balas no pudo contener su verborrea cuando Pedro Sonrisas le preguntó por el largo fin de semana con Sibila. “Chico, qué primer día en el balneario, mármol de Carrara a color en suelos y paredes, con una temperatura ambiente que podías regular a tu antojo, espacios en la habitación de dimensiones siderales, ambientados con olores de fragancias indescriptibles por agradables, esculturas modernistas en lugares que atraían la atención, sin molestar,  vistas a la montaña y a la mar, día espléndido, noche cálida, un servicio de habitaciones que incluía masajista a cualquier hora, y una recepción de Armand de Brignac que nos bebimos en un abrir y cerrar de ojos, que eso sí, no volví a abrir hasta el día siguiente, con Ángeles”.

-         ¿Ángeles? Le interrumpe sonrisas.

“Bueno, sí, déjalo así. Encantada de ese primer día. El segundo fue un continuo hedonista de endorfinas y adrenalina, de paseo en bicicleta, vuelo sin motor, submarinismo, masaje tailandés y degustación gastronómica. Agotador, quedamos agotados Mercedes y yo, pues la vida del turista parece que no, pero es muy cansada”.

-         Pero bueno Balas, Ángeles, Mercedes, nada de Sibila y al final ¿qué? “sí, claro, al final hubiera necesitado un día más…”


@ Samier 2015 09 

2015/09/08

Puerto Amor


Sacaron la película de sus proyecciones, dejaron que sus sentimientos vieran lo que estaban buscando en eso que han dado en llamar idealización de enamorado, y pasaron a engrosar la fila de los que han vivido la pasión. Esa ciega que no deja ver al otro en su integridad.

Pasaron los años, y poco a poco la realidad de la piel iba dejando ver un poco más del otro, de tal forma que el enamoramiento perdía brillo, con el desgaste de la vida, más en sus bajos que en sus altos, pero ganaba el calor de los dos, apoyados en el báculo de lo verdadero y en el deseo del bienestar del otro, sin intentos de cambio.

Les volvió a tocar  la vara del deseo,  en un intercambio de bienestar mutuo que invadió cuerpo y alma, sin importar la forma de ser cada cual, pero con el placer de buscar que el otro estuviera bien, en un enamorarse de lo diferente, que les llevo a atracar en el puerto Amor.


Gracias a Jorge Bucay
Con su: “Amarse con los ojos abiertos”.


@ Samier 2015 09 

2015/09/03

Retrato

Busto de un hombre pulido por el tiempo, de mirar a los ojos y actitud reflexiva. Sus labios finos para dejar hablar, y amplia oreja acostumbrada a escuchar. Párpados que la edad ya no respeta, ligeramente apoyados en sus ojos, le confieren dulzura a su mirada. Los pómulos saltones de su rostro dejan espacio para formar una mueca entre nariz y boca que le dan un conjunto entre burlón y comprensivo. De mentón saliente, te hace pensar en una voluntad férrea, que se sostiene en principios bien formados por el tiempo vivido,  intuidos en reflejos de su amplia frente.


Fotógrafo: Andrés Martínez Trapiello.
Mi amigo en facebook.

@ Samier 2015 09 

2015/09/01

Ambiente

Manipulan el fruto seco de la ignorancia pura y dura, condimento
de ensalada hecha con aceite viejo de desidia, carente de la sal del 
entusiasmo, plena de la amargura especulativa ya vinagre viejo, 
para que sigan en acomodaticia queja hecha a sebo pasado, 
sentados en los sillones de los despidos, y servida sin brújula ni 
rumbo, perdidos en el laberinto de la codicia indigesta que 
envuelve el mundo.



© Samier 2015 09