Vuelo
Contemplaba
la pequeñez de las personas desde la altura del piso 32. Pensó en
cómo sería un vuelo hasta el suelo a la velocidad de 9,8 metros por
segundo y adquiriendo más hasta el frenazo en seco, en función de
sus pasados 90 kilos. Al principio, podría sentir el vuelo de los
pájaros, después el vuelo del hombre bala, también la ceguera al
aumentar la velocidad, preguntándose en esos últimos momentos si
sonarían sus huesos al romperse contra el suelo. Sería un crack
seco, decidió. Roto por dentro, harto por fuera, vio la pesadez del
alma fundirse en una nube.
Foto: Skydiversby. Jay Fleck
©
Samier 2014 07
2 comentarios:
Me ha encantado! Tiene mucha carga emotiva. Es algo que siempre nos hemos preguntado y planteado alguna vez, no por desesperación quizá sino por curiosidad y tú, Manuel, lo has descrito genial. Gracias!
Muchas gracias por tu comentario Marta Camiña.
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